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Labios de Trapo

REPUBLICA CAN

REPUBLICA CAN

Podemos observar en la república de los perros que todo el Estado disfruta de la paz más absoluta después de una comida abundante, y que surgen entre ellos contiendas civiles tan pronto como un hueso grande viene a caer en poder de algún perro principal, el cual lo reparte con unos pocos, estableciendo una oligarquía, o lo conserva para sí, estableciendo una tiranía.

JONATHAN SWIFT

TE DESPIDO

TE DESPIDO

Me desespera tu espera

STANISLAW LEM

STANISLAW LEM

Stanislaw Lem nació en 1921 en Lvov, ciudad de Ucrania que hasta 1939 perteneció a Polonia. Hijo único, pasó gran parte de su niñez en mundos de su propia creación, cuando no estaba desmontando cosas para ver cómo funcionaban, viviendo en el primer piso del número 4 de la calle Brajerka.

Comenzó sus estudios de medicina en 1939, que quedaron interrumpidos durante la ocupación nazi, pues siendo una familia judía, tenían otros problemas mucho más serios de los que ocuparse.

Empezó a trabajar de soldador y mecánico, haciendo un poco de sabotaje sin mayor esfuerzo pues, según sus propias palabras, era un pésimo soldador. También traficó con armas y municiones para la resistencia polaca.

En 1942 los judíos de Lvov son enviados a las cámaras de gas de Belzec, salvándose los Lem gracias a documentos de identidad falsos y a que lograron dejar el ghetto a tiempo.

En 1944 la Armada Roja arrebata Lvov a los alemanes y, habiendo su familia perdido todas sus posesiones, Lem se traslada a Cracovia, continuando sus estudios de medicina allí, por la especialidad de Psicología.

En 1946 se publica HOMBRE DE MARTE en una revista juvenil, su primera publicación.

1948 supone el fin de la carrera de Medicina para Lem. A pesar de ser socialista, la inclusión de las ideas de Trofim Lysenko acerca de la herederabilidad de los tratos adquiridos en el dogma oficial le hizo perder un poco de la fe que tenía. Por esas fechas publica anónimamente sobre Lysenco, pero no es sancionado a pesar de que la publicación fue desmantelada. Aún así, Lem suspende sus exámenes finales debido a que se niega a regurgitar dogma en vez de ciencia.

También había orden de incorporación a filas para los doctores, así que no estaba interesado en la práctica médica. Por esas fechas estaba escribiendo una novela realista, EL HOSPITAL DE LA TRANSFIGURACIÓN, que será publicada en 1955.

En 1951 publica su primera novela; LOS ASTRONAUTAS, principalmente utópica, lo que contribuyó a que pasase la censura sin muchos problemas. Sobre esta época la Cibernética, una de las pasiones de Lem es prohibida en todo el bloque socialista por ser considerada una mala influencia del capitalismo.

En 1953 Lem se casa con Barbara, por aquel entonces, estudiante de Medicina.

En 1957 publica DIARIOS DE LAS ESTRELLAS. Es una colección de historias cortas de un negro humor que contrasta con las utópicas novelas anteriores.

En 1959 se publica EDÉN. Es ésta la primera novela, en retrospectiva, con la que Lem estaba complacido (o al menos "no estaba avergonzado"). Quizás no sea una coincidencia que esta sea una novela de Ciencia-Ficción relativamente subversiva. Como Piotr J. Meszynski dijo de él: Usando la seguridad de la Ciencia-Ficción, pudo criticar las ideas del control total de todos los aspectos de la sociedad

En 1961 publica SOLARIS. Que Andrei Tarkovsky convirtió en película, siendo galardonada con el Premio Especial de Jurado en el Festival de Cannes de 1972.

También vio la luz ese año RETORNO DE LAS ESTRELLAS, relato que describe la vuelta de un astronauta a la tierra después de un viaje de más de 23 años a la velocidad de la luz.

En 1964 publica EL INVENCIBLE. Novela seria que trata sobre toso de la evolución en su más grado exponente.

En 1965 publica CIBERIADA: FÁBULAS PARA UNA ERA CIBERNÉTICA, conjunto de cuentos que de forma irónica, sarcástica e incluso esperpéntica, critica, con un humor siempre negro, diferentes y variados puntos de las diferentes ideologías terrestres. Una de sus más famosas obras. Ha sido comparada con LAS MIL Y UNA NOCHES, EL DECAMERÓN o los CUENTOS DE CANTERBURY

En 1968 publica LA VOZ DE SU AMO, libro que trata sobre la teoría de contacto, cuando la humanidad recibe un mensaje desde las estrellas. Luego expandiría sus tesis en posteriores novelas. También publica RELATOS DEL PILOTO PRIX, una colección de reflexiones, lejos del tono jocoso de CIBERIADA o FÁBULAS DE ROBOTS, sobre las implicaciones de la cibernética en el desarrollo humano.

En 1971 dos títulos ven la luz: UN VACÍO PERFECTO y CONGRESO DE FUTUROLOGÍA. El primero es una colección de críticas de libros... que no han sido escritos. Es también una sátira con muchos niveles y una gruesa pincelada de algunas interesantes ideas filosóficas. Éste fue el primer trabajo de Lem en su experimental tercer período. CONGRESO DE FUTUROLOGÍA retoma al astronauta Ijon Tichy, protagonista de LOS DIARIOS DE LAS ESTRELLAS, y lo sitúa en una hipotética república bananera durante un congreso de futurólogos (de ahí el título), pero eso es la situación, lo verdaderamente interesante son las hilarantes visiones de futuros imperfectos que Ijon Tichy, tiene cuando, a raíz de un ataque terrorista al hotel donde se desarrolla el congreso, la policía rocía la zona con gases alucinógenos.

En 1973 escribe UN VALOR IMAGINARIO, una colección de prólogos de libros no escritos, mezcla entre experimento y sátira.

En 1976 se publica LA INVESTIGACIÓN, una novela de misterio y crímenes, de ambiente profundamente kafkiano, y LA FIEBRE DEL HENO, donde funde elementos de la novela negra con la ciencia-ficción.

En 1979 publica MEMORIAS ENCONTRADAS EN UNA BAÑERA, relato desquiciado sobre personajes desquiciados encerrados en un refugio nuclear, de inspiración, nuevamente, innegablemente kafkiana.

En 1986 publica UN MINUTO HUMANO, revisión de tres libros que no existen. También publica FIASCO, novela seria en la que retorna al problema del contacto con inteligencias extraterrestres. Quizás la más madura de todas sus novelas.

En la actualidad es miembro fundador de la Sociedad Polaca de Astronáutica. Como se puede ver, se ha interesado en cuestiones de Matemática, Cibernética y Filosofía y desde 1973 enseña literatura polaca en la Universidad de Cracovia.

© David Suárez de Lis, Francisco José Súñer Iglesias

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Lem y el solipsismo

Se ha hablado [...] de Philip K. Dick y del solipsismo1. En relación con este tema comenté que Stanislaw Lem es el gran apóstol del solipsismo.

Me he dado cuenta de que no he mencionado un dato que es importante al juzgar este solipsismo, en númerosas ocasiones es mas que nada un bromazo, de Lem y es que este, como Goya, ha padecido siempre una fuerte sordera que con el tiempo se ha convertido en total, lo que incidiría en un fuerte aislamiento del autor.

La única entrevista que he leído con Lem, se hizo desde un cibercafé de Cracovia a través de Inet, justamente para soslayar el problema de la sordera de Lem. El Lem que surge de esta entrevista es una persona bastante malhumorada, si bien mas por las notas previas del entrevistador, que por la entrevista en si, cualidad que también suelen tener algunos de sus protagonistas.

Recomiendo a todo aquel que quiera adentrarse en el universo de Lem, la lectura de VACÍO PERFECTO (Bruguera, Libro Amigo), colección de prólogos de libros inexistentes, de título revelador. Aviso previamente que el libro es muy difícil y que sin la lectura o cierto conocimiento de bastantes libros, como el ULISES, algún ejemplar del Nouveau Romain, etc. es realmente imposible de valorar y sobre todo QUE NO ES SF.

De todas formas es un libro bastante importante para comprender la figura de Stanislaw Lem, que por cierto tiene también otro libro de epílogos de títulos igualmente ficticios pero cuyo título no recuerdo2.

En ocasiones el lenguaje que Lem emplea en estos libros, como el que Lafferty usa en ocasiones es terriblemente barroco, complejo y mordaz (entre otras cosas se burla de la compleja forma en que escriben los críticos), lo que no ayuda en demasía a su comprensión. Pero si te gusta Lem y deseas estudiar un poco mas el interior del autor mas culto, junto con R. A. Lafferty y Gene Wolfe, que haya acometido jamás la tarea de escribir ciencia-ficción, esta es tu lectura.

© Antonio Rodriguez Babiloni, 20 de septiembre de 1997

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Notas:
1Solipsismo: Forma radical de subjetivismo según la cual solo existe o solo puede ser conocido el propio yo. (DRAE 21a. Edición)
2Antonio se refiere a UN VALOR IMAGINARIO, Bruguera, Libro Amigo no. 1002
Para saber más

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Bibliografía:
Ciberiada, Alianza, Libro de Bolsillo nº 133
Congreso de futurologia, Bruguera, Libro Amigo nº 847
Diarios de las estrellas. Viajes y memorias, Bruguera, Libro Amigo nº 661
Diarios de las estrellas. Viajes, Bruguera, Libro Amigo nº 660
Eden, Alianza, Libro de Bolsillo nº 1516
El invencible, Minotauro
Fabulas de robots, Bruguera, Club Joven nº 34
Fiasco, Alianza, Cuatro
La fiebre del heno, Bruguera, Libro Amigo nº 689
La investigacion, Bruguera, Libro Amigo nº 649
La voz de su amo, Edhasa, Clasicos Nebulae
Memorias encontradas en una bañera, Bruguera, Libro Amigo nº 665
Regreso a Entia, Edhasa
Relatos del Piloto Prix, Alianza, Libro de Bolsillo nº 1521
Más Relatos del Piloto Prix, Alianza, Libro de Bolsillo nº 1527
Retorno de las estrellas, Bruguera, Libro Amigo nº 695
Solaris, Minotauro
Un valor imaginario, Bruguera, Libro Amigo nº 1002

informacion de: autores

TEXTO SURREALISTA

TEXTO SURREALISTA

Por Antonin Artaud
Publicado en "La Révolution Surréaliste", Nº 2 (1925)

El mundo fisíco todavía está allí. Es el parapeto del yo el que mira y sobre el cual ha quedado un pez color ocre rojizo, un pez hecho de aire seco, de una coagulación de agua que refluye.
Pero algo sucedió de golpe.
Nació una aborrecencia quebradiza, con reflejos de frentes, gastados, y algo como un ombligo perfecto, pero vago y que tenía color de sangre aguada y por delante era una granada que derramaba también sangre mezclada con agua, que derramaba sangre cuyas líneas colgaban; y en esas líneas, círculos de senos trazados en la sangre del cerebro.
Pero el aire era como un vacío aspirante en el cual ese busto de mujer venía en el temblor general, en las sacudidas de ese mundo vítreo, que giraba en añicos de frentes, y sacudía su vegetación de columnas, sus nidadas de huevos, sus nudos en espiras, sus montañas mentales, sus frontones estupefactos. Y, en los frontones de las columnas, soles habían quedado aprisionados al azar, soles sostenidos por chorros de aire como si fueran huevos, y mi frente separaba esas columnas, y el aire en copos y los espejos de soles y las espiras nacientes, hacia la línea preciosa de los seno, y el hueco del ombligo, y el vientre que faltaba.
Pero todas las columnas pierden sus huevos, y en la ruptura de la línea de las columnas nacen huevos en ovarios, huevos en sexos invertidos.
La montaña está muerta, el aire esta eternamente muerto. En esta ruptura decisiva de un mundo, todos los ruidos están aprisionados en el hielo; y el esfuerzo de mi frente se ha congelado.
Pero bajo el hielo un ruido espantoso atravesado por capullos de fuego rodea el silencio del vientre desnudo y privado de hielo, y ascienden soles dados vuelta y que se miran, lunas negras, fuegos terrestres, trombas de leche.
La fría agitación de las columnas divide en dos mi espíritu, y yo toco el sexo mío, el sexo de lo bajo de mi alma, que surge como un triángulo en llamas.

SALVEMOS EL ESPACIO

SALVEMOS EL ESPACIO

http://babel.webcindario.com/libros.htmllibros

Stanislaw Lem - Salvemos el espacio

Una de las mejores cosas que le pueden suceder a la literatura de ciencia ficción, generalmente tan presa de una incómoda solemnidad apocalíptica y de la tentación de tomarse a sí misma demasiado en serio, es que un autor talentoso y absoluto dueño de su oficio como Stanislaw Lem le dé una sacudida de irreverencia y la refresque con un sentido del humor que, de seguro, hará mucha falta en el futuro próximo. La imaginación desbordada de Lem está aquí al servicio de un turista espacial cuyas preocupaciones ecológicas van de la mano de un conocimiento amplísimo de la flora y la fauna siderales, sitiadas por la basura intergaláctica que la indolencia humana suele acumular en todo sitio y en cualquier época.

Después de mi larga estancia en la Tierra emprendí un viaje para volver a visitar los lugares preferidos de mis antiguas excursiones: los grupos esféricos de Perseo, la constelación de Carnero y la gran nube estelar en el núcleo de la Galaxia. En todos lados encontré cambios sobre los cuales me es muy difícil escribir, ya que no han sido, precisamente, para bien. Hoy en día se habla mucho acerca de la difusión del turismo cósmico; sin duda el turismo es algo muy útil, pero todo debe tener su medida. El desorden comienza al pasar la puerta. El cinturón de asteroides que circula entre Tierra y Marte se encuentra en un estado lamentable. Esa monumental chatarra rocosa, antes hundida en la eternidad de la noche, fue iluminada con luz eléctrica. Además, cada asteroide ha sido esculpido pedazo a pedazo, con iniciales y monogramas. El preferido por todas las parejitas enamoradas, Eros, tiembla bajo los impactos con los que diversos seudocalígrafos forjan en su corteza un sinfín de dedicatorias. Algunos oportunistas les rentan martillos, martillos neumáticos y hasta desarmadores, y así nadie puede encontrar una roca virginal en ese lugar que antes era el más salvaje de los paraísos. Por doquier asustan los letreros "Sentimos amor infinito en este meteorito", "He aquí la roca del asteroide, bajo ella duró nuestro amor", y otros similares con corazones atravesados por flechas, del peor gusto. En Ceres, de la cual gustaron, no entiendo por qué, las familias numerosas, florece una verdadera plaga de fotomanía. Ahí merodean muchos fotógrafos, quienes no sólo rentan las escafandras especiales para el retrato, sino también cubren las rocas con una emulsión y por una cuota muy baja eternizan sobre ellas excursiones enteras, fijándolas con barniz. Las familias en una pose adecuada -padre, madre, abuelos, hijos- sonríen en los rocosos precipicios, lo cual, como leí en algún folleto, crea la "atmósfera familiar". Respecto a Juno, ese pequeño y hace años hermoso planeta, prácticamente ha dejado de existir. Cualquiera que así lo desee fracciona su corteza y arroja los pedazos al vacío. No perdonan ni a los meteoritos de hierro, que destinan a anillos o broches de recuerdo, ni a los cometas; hoy hay pocos que aparecen de vez en cuando con la cola aún completa. Creía que al salir del sistema solar podría huir del tráfico de los cosmocamiones y de los retratos familiares firmados con espeluznantes versos, ¡pero cuál! El profesor Bruckee, del observatorio, hace poco se quejaba conmigo sobre el debilitamiento de la luz que emanan las dos estrellas de Centauro. ¡¿Y cómo su luz no ha de atenuarse si toda la zona está repleta de basura?! Alrededor del pesado planeta Sirio, atracción de ese sistema, se creó un anillo similar a los de Saturno, pero hecho de botellas de cerveza o de limonada. Cualquier cosmonauta que tome este rumbo deberá rebasar no sólo las nubes de meteoritos sino también latas, cáscaras de huevo y periódicos viejos. Inclusive hay en el camino varias zonas en las cuales resulta imposible ver las estrellas. Los astrofísicos, desde hace años, se rompen la cabeza por descubrir la causa del aumento del polvo cósmico en diferentes galaxias; pienso que el motivo es muy simple: mientras mayor grado de civilización habite la galaxia, mayor grado de basura habrá. De ahí todo ese polvo y desechos. El problema no concierne tanto a los astrofísicos sino a los barrenderos. Y aunque en otras nebulosas tampoco hayan podido resolverlo, en verdad no es ningún consuelo. Otro juego también digno de condenar es escupir al vacío, ya que la saliva, como cualquier líquido en general, se congela a bajas temperaturas y un choque contra ella puede conducir fácilmente a una verdadera catástrofe. Es embarazoso mencionarlo, pero las personas que suelen enfermar durante el viaje utilizan el Cosmos como una especie de escupidera, como si no supieran que las huellas de su malestar rondarán durante miles de años alrededor de las órbitas, despertando en los turistas asociaciones desagradables y un lógico rechazo. Un problema aparte es el alcoholismo. Pasando Sirio empecé a contar los enormes letreros que anuncian la "Amarga de Marte", "La Galáctica", "La Extralunar" o "Sputnik Wyborowa"; al poco tiempo desistí, ya que perdí la cuenta. De los pilotos he escuchado que algunos cosmódromos se vieron en la penosa necesidad de cambiar su combustible a base de alcohol por uno de ácido acético, porque frecuentemente sucedía que no había con qué despegar. La policía espacial repite que es difícil reconocer de lejos a un borracho en el espacio; todos justifican su tambaleante caminar con la falta de gravedad. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que las prácticas de algunas estaciones de servicio piden la venganza de los cielos. A mí mismo me sucedió: pedí que me llenaran el tanque de reserva de oxígeno y, después de alejarme un poco, oí una serie de gorgoteos que provenían de él. Al instante me di cuenta de que fue llenado ¡con jerez! Cuando regresé para quejarme, el gerente de la estación insistió en que al momento de solicitarle el servicio le había guiñado el ojo. Puede ser que lo hiciera porque sufro de una conjuntivitis crónica, pero eso ¿debe justificar este tipo de sucesos? El desorden que persiste en los principales trayectos es insoportable. La enorme cantidad de accidentes no debe causar asombro, ya que la mayoría de la gente constantemente rebasa los límites de velocidad; sobre todo las mujeres, porque al viajar a velocidad luz detienen el tiempo y por lo mismo no envejecen. Muy a menudo se pueden encontrar también los típicos estorbos, los cosmocamiones, que contaminan con su gasolina obsoleta. Cuando en Palindronia exigí el libro de quejas, se me informó que el día anterior había sido deshecho por un meteorito. También suceden cosas extrañas con el suministro del oxígeno. A seis años luz antes de Beluria, uno no puede comprarlo en ninguna parte, y el efecto es que las personas que llegaron hasta ahí con fines turísticos se ven obligadas a refugiarse en los congeladores y esperar en estado de muerte reversible la llegada del siguiente transporte con el aire; sin esta medida simplemente no tendrían qué respirar. Cuando llegué ahí, en el cosmódromo no había un alma; todos hibernaban en los refrigeradores, pero eso sí, en el bar encontré desde piñas en coñac hasta cerveza Pilzner. Las condiciones sanitarias, sobre todo en los planetas pertenecientes a la Gran Reserva Ecológica, piden justicia divina. En Voz de Mersyturiia leí un artículo cuyo autor exige la total extinción de los maravillosos animales llamados Acechador Enguillidor. Estos depredadores poseen en su labio superior una serie de verrugas luminosas que pueden formar varios diseños. Es cierto que en la última década surgió la especie cuyas verrugas se agrupan formando las letras wc. Los Acechadores escogen los alrededores de campamentos, donde en la noche, en la oscuridad, esperan con las fauces muy abiertas al turista necesitado de un lugar íntimo. ¿El autor del artículo no comprende que los Acechadores son totalmente inocentes y en vez de a ellos habrá que demandar a los responsables por la falta de instalaciones sanitarias adecuadas? En la misma Mersyturiia, la carencia de comodidades comunitarias ha causado una serie de mutaciones genéticas de varios insectos. En los sitios renombrados por sus bellos paisajes, a menudo se pueden ver confortables sillones, hechos de mimbre, que parecen invitar al cansado caminante. Si el viajero se desliza sin pensarlo entre los cómodos descansabrazos, de inmediato éstos se lanzarán encima de él, y así el sillón resulta ser en realidad un millón de hormigas pintas (Hormiga-silla Martirizanalgas, en latín: Multipodium Pseudostellatum Trylopii), las cuales, al colocarse una encima de otra, simulan el tejido del mimbre. Me han llegado rumores de que hay otras especies (Alga Fofa, Moczyscier Przeprzasny y Vago Brutalito) que imitan fuentes de sodas, hamacas y hasta regaderas con toallas. Pero no puedo dar crédito a esas palabras ya que, por mi parte, no he visto nada similar y los expertos en la materia permanecen mudos al respecto. Sin embargo, vale la pena advertir sobre una nueva y poco común especie de serpiente-tripié: Telescopio (Anencephalus Pseudoopticus Tripedius Klaczkinensis). Telescopio se coloca en lugares panorámicos, abriendo sus tres largas y delgadas patas de tal manera que formen un triángulo. Con la parte más ancha de su cola apunta al paisaje y con la saliva que rellena su apertura bucal imita una lente, tentando a los curiosos a asomarse; para un incauto el encuentro tiene un final muy desagradable. Otra serpiente, pero del planeta Gaurymachia, Pérfida Embustera (Serpens Vitiosus Reichenmantlii), acecha en los arbustos y extiende su cola para que el distraído transeúnte se tropiece y caiga al suelo. Pero, en primera, este reptil se alimenta exclusivamente de rubias, y en segunda, no imita nada. El Espacio no es un jardín de niños, ni tampoco la evolución biológica es un idilio. Hay que repartir folletos similares al que vi en Derdymon, en el cual se advierte a los botánicos amateurs sobre Cruella Maravillosa (Pliximiglaquia Bombardans L.) Ésta florece con espléndidas flores, pero hay que resistirse al deseo de cortarlas porque Cruella vive en una estrecha simbiosis con Trituradora Rocosa, árbol que da frutos del tamaño de una calabaza, pero cornuda. Basta con cortar una sola flor para que en la cabeza del cándido coleccionista de especies vegetales caiga una lluvia de municiones, duras como las piedras. Posteriormente, ni Cruella ni Rocosa le hacen nada malo al difunto, satisfaciéndose con las consecuencias naturales del fallecimiento que proporcionan un estupendo abono para la tierra. Los especímenes extraños pueden encontrarse en cualquier planeta de la Reservación. Así, las sabanas de Beluria parecen un arco iris por el abundante colorido de las flores. Entre éstas sobresale por su hermosura y aroma Rosa Púrpura (Rosa Mendatrix Tichiana, como quiso nombrarla el profesor Pingle, quien fue el primero en describirla). Esta flor, en realidad, forma parte de la cola del Wedlowiec, un depredador de Beluria. El hambriento Wedlowiec se esconde entre la maleza desenredando su larga cola de tal manera que sólo la flor sobresale de entre el pasto. El turista, inconsciente del peligro, se acerca para olerla, y entonces el monstruo salta encima de él por atrás. Tiene los colmillos casi tan largos como los de un elefante. Así se cumple la variante cósmica del viejo refrán: ¡no hay rosa sin espinas! Aunque ahora me voy a desviar un poco del tema, no puedo resistirme al deseo de recordar otra rareza beluriana, que es una lejana familiar de la papa: Amargura Pensante (Gentiana Sapiens Suicidalis Pruck). Sus tubérculos son dulces y muy sabrosos; su nombre proviene de ciertas características espirituales. La Amargura, por mutación, produce a veces, en vez de tubérculos harinosos, pequeños cerebritos. Esta mutación, Amargura Loca (Gentiana Mentecapta), durante su desarrollo empieza a experimentar sensaciones de angustia; ella misma se saca las raíces y huye al bosque donde se entrega a reflexiones solitarias. Muy a menudo llega a la conclusión de que no vale la pena vivir y comete suicidio al captar la amargura de la existencia. Para el hombre, Amargura es inofensiva, al contrario de otra especie de Beluria: Rabiosa. Gracias a su natural adaptación, se adecuó al ambiente creado por los niños insoportables. Este tipo de niños suele correr sin parar, empujar o patear lo que sea, rompiendo con gran gusto los huevos de Agudo-Aguijón Trasero; Rabiosa produce frutos perfectamente iguales a esos huevos. El infante, al pensar que tiene un huevo frente a él, da rienda suelta a sus impulsos destructivos y lo patea, rompiéndolo; debido a esto, las sustancias aprisionadas en el seudohuevo se liberan y penetran en su organismo. El infante contagiado se transforma en un sujeto aparentemente normal, pero con el tiempo sufre una desviación incurable: adicción al juego de cartas, alcoholismo y libertinaje establecen la siguiente etapa después de la cual sigue el deceso o una gran carrera. A veces me he encontrado con la opinión de que hay que exterminar a la Rabiosa. Quienes lo dicen de seguro no han pesando en que, más bien, hay que educar a los niños para que no pateen cualquier objeto en un planeta extraño. Mi naturaleza es optimista y trato de mantener, con todas mis fuerzas, la buena opinión sobre el ser humano, pero en verdad no siempre es una tarea fácil. En Protosteneza vive un pequeño pajarito, símil de nuestro papagayo, pero en vez de hablar aquél escribe. Por desgracia, la mayoría de las veces escribe obscenidades sobre las bardas, mismas que le enseñan los turistas terrícolas. Algunas personas lo enfurecen a propósito al señalarle sus errores ortográficos. En ese momento el pajarito comienza a devorar todo lo que encuentra a su paso. La gente pone frente a su pico jengibre, pasas, pimienta y crotoaullador -una especie de hierba que al atardecer emite un prolongado grito, hierba de cocina utilizada a veces en vez del despertador. Cuando el pajarito muere de tanto comer, lo rostizan. Se llama Escribano Remedador (Graphomanus Spasmaticus Essenbachii). Actualmente esta inusual especie se encuentra en peligro de extinción, porque cualquier visitante de Protosteneza se afila los dientes para consumirlo. Y otra vez, algunas personas consideran que si nosotros comemos a las criaturas de otros planetas, todo está bien, pero si sucede lo contrario todos gritan, piden ayuda, exigen expediciones de castigo, etcétera. Cualquier denuncia que se haga sobre la perfidia y la embustería de la flora y la fauna cósmicas, es un absurdo antropomorfo. Si el Engañador Farsante, cuya apariencia asemeja un tronco podrido, se coloca sobre sus patas traseras en una posición adecuada para imitar una señal de los caminos montañosos, provocando que los turistas pierdan el rumbo y cuando caen a los precipicios, baja para alimentarse; si como digo, lo hace, es sólo porque la vigilancia no cuida las señales en los caminos de la Reservación; después la pintura se deslava, se pudren y en ese estado, las señales se parecen a aquel animal. Cualquier otro haría lo mismo en su lugar. Las renombradas fatamorganas de Stredogen existen gracias a los bajos instintos del ser humano. Antes, en este planeta crecían sólo papas y los Calurosos eran difícil de encontrar. Actualmente la multiplicación de estos últimos ha sido exorbitante. Arriba de ellos se extiende el aire, previamente calentado, el cual se dobla produciendo espejismos de bares, que han llevado a la perdición a más de un terrícola. Dicen que toda la culpa es de los Calurosos. ¿Y por qué las fatamorganas producidas por éstos no simulan escuelas, bibliotecas o colegios autodidactas? ¿Por qué siempre muestran lugares de consumo de alcohol? Sin duda, ya que las mutaciones son objetivas, los Calurosos creaban diversos espejismos, pero aquellos que producían instituciones educativas o bibliotecas murieron de hambre. Sobrevivió únicamente la especie bares (Thermomendax Spirituosus Halucinogenes de la familia Antropófagos). El maravilloso fenómeno de adaptación natural que le permite a los Calurosos la rítmica expulsión del aire caliente, del cual surgen los espejismos, es el juicio de nuestros propios vicios. La selección de la especie Calurosos-bares la provocó el mismo hombre o más bien su decepcionante naturaleza. Me indignó la carta a la redacción de Eco de Stredogen. Un lector de esta revista exigía la total extinción de los Calurosos y también de los encantadores Silenciosos Empapadores, magnificentes árboles que son el adorno de cualquier parque. Cuando se hace una incisión en su corteza, de ésta brota un jugo venenoso y cegador. Silencioso Empapador es el último árbol de Stredogen que no está esculpido de arriba abajo con monogramas o iniciales.. ¿y ahora debemos renunciar a su existencia? Al parecer el mismo fin le espera a otros invaluables ejemplares como Vengador Sincamino, Ahogador Ebulliciente, Rozkes Escondido o Aullador Eléctrico, el cual, para salvarse y proteger a sus crías del estruendoso escándalo producido por radios y grabadoras, creó, gracias a la selección, una especie cuyo sonido tapa las audiciones demasiado escandalosas, sobre todo ¡música jazz! Los órganos eléctricos del Aullador emiten frecuencias en forma súper heterodina, así que esta extraordinaria creación de la naturaleza debería encontrarse, lo más pronto posible, bajo protección. Por lo que respecta a la Olorosa Repulsiva, concuerdo en que el olor que produce es inigualable. El doctor Hopkins de la Universidad de Milwaukee descubrió que las especies más enérgicas logran crear hasta cinco mil pestes (medida del olor) por segundo. Pero hasta un niño pequeño sabe que las Olorosas se comportan de este modo sólo si son fotografiadas. La vista de una cámara apuntándoles provoca en ellas un reflejo llamado lentebajocola, con el cual la Naturaleza trata de proteger a esas inocentes criaturitas de los insistentes mirones. Es cierto que la Olorosa, siendo un poco miope, a veces confunde la cámara con cigarreras, encendedores, relojes y hasta medallas e insignias, pero en parte esto sucede porque algunos turistas utilizan cámaras miniatura y en tales casos es muy fácil equivocarse. Por lo que respecta a que la Olorosa haya aumentado, en estos últimos años, su alcance y su capacidad a ocho mil megapestes por hectárea, hay que aclarar que fue provocado por el creciente uso de telescopios. No quiero dar la impresión de que considero a todos los animales y vegetales cósmicos como intocables. De seguro Mordelia Animosa, Tryblas Rompehuesos, Tragador Degustador, Traserita Abridora, Cadavérica Aturdida o Devoralotodo no son particularmente simpáticos. Igualmente todas las hiedras de la familia autárquica a la cual pertenecen Gauleirterium Flagellans, Syphonophiles Pruritualis, es decir Mofador Wyprzasek Brzeszczozgrzebny o Desmadroso Gritador y Arroyita Mimadora (Lingula Stranguloides Erdmenglerbeyera). Pero si reflexionamos y tratamos de ser objetivos, ¿por qué el hombre es quien puede cortar las flores y secarlas, mientras que a la planta que arranca y hace polvo las orejas se le considera como algo antinatura? Si el Repetidor Rebuznante (Echolaliun Impudicum Achwamps) se multiplicó a gran escala en Adeonoksjia, es por culpa del hombre, porque esta especie toma su energía vital de los sonidos; antes, para esto le servían los truenos, y hasta la fecha le gusta oír los sonidos de la tormenta, pero actualmente prefiere tomar su alimento de los turistas que se sienten obligados a gritarle las más vulgares maldiciones. Les hace gracia, dicen, la vista de esta criatura floreciendo bajo una serie de las peores palabrejas. Es verdad que el Repetidor crece rápidamente, pero por las vibraciones del sonido y no por el contenido de esas leperadas que gritan los excitados turistas. ¿A qué conduce todo esto? En la actualidad las especies como Warlaj Azul y Atraviesasentadera Terco están extintas. Día a día desaparecen miles de otras. Gracias a las nubes de basura se acrecientan las manchas en el sol. Aún recuerdo aquellos tiempos en los que el mayor premio para un niño era la promesa de un viaje dominguero a Marte, y ahora el malcriado chiquillo no quiere desayunar si su papá no provoca la explosión de una supernova. Por esos caprichos se desperdicia la energía cósmica, se contaminan los planetas y los meteoros, se saquea el tesoro de la Reservación, dejando a cada paso en los espacios galácticos desperdicios de cáscaras, huesos de fruta, papeles. Destruimos el universo, lo convertimos en un gran basurero. Hoy es tiempo de entrar en razón y empezar a respetar las reglas. Así, considerando que cualquier demora puede ser fatal, hago un llamado para salvar al espacio.

FIN

UNA MODESTA PROPOSICIÓN

UNA MODESTA PROPOSICIÓN

Una modesta proposición
Jonathan Swift

Título completo: “Una modesta proposición para prevenir que los niños de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles al público”

Dublín, Irlanda, 1729

Es un asunto melancólico para quienes pasean por esta gran ciudad o viajan por el campo, ver las calles, los caminos y las puertas de las cabañas atestados de mendigos del sexo femenino, seguidos de tres, cuatro o seis niños, todos en harapos e importunando a cada viajero por una limosna. Esas madres, en vez de hallarse en condiciones de trabajar para ganarse la vida honestamente, se ven obligadas a perder su tiempo en la vagancia, mendigando el sustento de sus desvalidos infantes: quienes, apenas crecen, se hacen ladrones por falta de trabajo, o abandonan su querido país natal para luchar por el Pretendiente en España, o se venden a sí mismos en las Barbados.

Creo que todos los partidos están de acuerdo en que este número prodigioso de niños en los brazos, sobre las espaldas o a los talones de sus madres, y frecuentemente de sus padres, resulta en el deplorable estado actual del Reino un perjuicio adicional muy grande; y por lo tanto, quienquiera que encontrase un método razonable, económico y fácil para hacer de ellos miembros cabales y útiles del estado, merecería tanto agradecimiento del público como para tener instalada su estatua como protector de la Nación.

Pero mi intención está muy lejos de limitarse a proveer solamente por los niños de los mendigos declarados: es de alcance mucho mayor y tendrá en cuenta el número total de infantes de cierta edad nacidos de padres que de hecho son tan poco capaces de mantenerlos como los que solicitan nuestra caridad en las calles.

Por mi parte, habiendo volcado mis pensamientos durante muchos años sobre este importante asunto, y sopesado maduradamente los diversos planes de otros proyectistas, siempre los he encontrado groseramente equivocados en su cálculo. Es cierto que un niño recién nacido puede ser mantenido durante un año solar por la leche materna y poco alimento más; a lo sumo por un valor no mayor de dos chelines o su equivalente en mendrugos, que la madre puede conseguir ciertamente mediante su legítima ocupación de mendigar. Y es exactamente al año de edad que yo propongo que nos ocupemos de ellos de manera tal que en lugar de constituir una carga para sus padres o la parroquia, o de carecer de comida y vestido por el resto de sus vidas, contribuirán por el contrario a la alimentación, y en parte a la vestimenta, de muchos miles.

Hay además otra gran ventaja en mi plan, que evitará esos abortos voluntarios y esa práctica horrenda, ¡cielos!, ¡demasiado frecuente entre nosotros!, de mujeres que asesinan a sus hijos bastardos, sacrificando a los pobres bebés inocentes, no sé si más por evitar los gastos que la vergüenza, lo cual arrancaría las lágrimas y la piedad del pecho más salvaje e inhumano.

El número de almas en este reino se estima usualmente en un millón y medio, de éstas calculo que puede haber aproximadamente doscientas mil parejas cuyas mujeres son fecundas; de ese número resto treinta mil parejas capaces de mantener a sus hijos, aunque entiendo que puede no haber tantas bajo las actuales angustias del reino; pero suponiéndolo así, quedarán ciento setenta mil parideras. Resto nuevamente cincuenta mil por las mujeres que abortan, o cuyos hijos mueren por accidente o enfermedad antes de cumplir el año. Quedan sólo ciento veinte mil hijos de padres pobres nacidos anualmente: la cuestión es entonces, cómo se educará y sostendrá a esta cantidad, lo cual, como ya he dicho, es completamente imposible, en el actual estado de cosas, mediante los métodos hasta ahora propuestos. Porque no podemos emplearlos ni en la artesanía ni en la agricultura; ni construimos casas (quiero decir en el campo) ni cultivamos la tierra: raramente pueden ganarse la vida mediante el robo antes de los seis años, excepto cuando están precozmente dotados, aunque confieso que aprenden los rudimentos mucho antes, época durante la cual sólo pueden considerarse aficionados, según me ha informado un caballero del condado de Cavan, quien me aseguró que nunca supo de más de uno o dos casos bajo la edad de seis, ni siquiera en una parte del reino tan renombrada por la más pronta competencia en ese arte.

Me aseguran nuestros comerciantes que un muchacho o muchacha no es mercancía vendible antes de los doce años; e incluso cuando llegan a esta edad no producirán más de tres libras o tres libras y media corona como máximo en la transacción; lo que ni siquiera puede compensar a los padres o al reino el gasto en nutrición y harapos, que habrá sido al menos de cuatro veces ese valor.

Propondré ahora por lo tanto humildemente mis propias reflexiones, que espero no se prestarán a la menor objeción.

Me ha asegurado un americano muy entendido que conozco en Londres, que un tierno niño sano y bien criado constituye al año de edad el alimento más delicioso, nutritivo y saludable, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y no dudo que servirá igualmente en un fricasé o un ragout.

Ofrezco por lo tanto humildemente a la consideración del público que de los ciento veinte mil niños ya calculados, veinte mil se reserven para la reproducción, de los cuales sólo una cuarta parte serán machos; lo que es más de lo que permitimos a las ovejas, las vacas y los puercos; y mi razón es que esos niños raramente son frutos del matrimonio, una circunstancia no muy estimada por nuestros salvajes, en consecuencia un macho será suficiente para servir a cuatro hembras. De manera que los cien mil restantes pueden, al año de edad, ser ofrecidos en venta a las personas de calidad y fortuna del reino; aconsejando siempre a las madres que los amamanten copiosamente durante el último mes, a fin de ponerlos regordetes y mantecosos para una buena mesa. Un niño llenará dos fuentes en una comida para los amigos; y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero constituirá un plato razonable, y sazonado con un poco de pimienta o de sal después de hervirlo resultará muy bueno hasta el cuarto día, especialmente en invierno.

He calculado que como término medio un niño recién nacido pesará doce libras, y en un año solar, si es tolerablemente criado, alcanzará las veintiocho.

Concedo que este manjar resultará algo costoso, y será por lo tanto muy apropiado para terratenientes, quienes, como ya han devorado a la mayoría de los padres, parecen acreditar los mejores derechos sobre los hijos.

Todo el año habrá carne de infante, pero más abundantemente en marzo, y un poco antes o después: pues nos informa un grave autor, eminente médico francés, que siendo el pescado una dieta prolífica, en los países católicos romanos nacen muchos mas niños aproximadamente nueve meses después de Cuaresma que en cualquier otra estación; en consecuencia, contando un año después de Cuaresma, los mercados estarán más abarrotados que de costumbre, porque el número de niños papistas es por lo menos de tres a uno en este reino: y entonces esto traerá otra ventaja colateral, al disminuir el número de papistas entre nosotros.

Ya he calculado el costo de crianza de un hijo de mendigo (entre los que incluyo a todos los cabañeros, a los jornaleros y a cuatro quintos de los campesinos) en unos dos chelines por año, harapos incluidos; y creo que ningún caballero se quejaría de pagar diez chelines por el cuerpo de un buen niño gordo, del cual, como he dicho, sacará cuatro fuentes de excelente carne nutritiva cuando sólo tenga a algún amigo o a su propia familia a comer con él. De este modo, el hacendado aprenderá a ser un buen terrateniente y se hará popular entre los arrendatarios; y la madre tendrá ocho chelines de ganancia limpia y quedará en condiciones de trabajar hasta que produzca otro niño.

Quienes sean más ahorrativos (como debo confesar que requieren los tiempos) pueden desollar el cuerpo; con la piel, artificiosamente preparada, se podrán hacer admirables guantes para damas y botas de verano para caballeros elegantes.

En nuestra ciudad de Dublín, los mataderos para este propósito pueden establecerse en sus zonas más convenientes, y podemos estar seguros de que carniceros no faltarán; aunque más bien recomiendo comprar los niños vivos y adobarlos mientras aún están tibios del cuchillo, como hacemos para asar los cerdos.

Una persona muy respetable, verdadera amante de su patria, cuyas virtudes estimo muchísimo, se entretuvo últimamente en discurrir sobre este asunto con el fin de ofrecer un refinamiento de mi plan. Se le ocurrió que, puesto que muchos caballeros de este reino han terminado por exterminar sus ciervos, la demanda de carne de venado podría ser bien satisfecha por los cuerpos de jóvenes mozos y doncellas, no mayores de catorce años ni menores de doce; ya que son tantos los que están a punto de morir de hambre en todo el país, por falta de trabajo y de ayuda; de éstos dispondrían sus padres, si estuvieran vivos, o de lo contrario, sus parientes más cercanos. Pero con la debida consideración a tan excelente amigo y meritorio patriota, no puedo mostrarme de acuerdo con sus sentimientos; porque en lo que concierne a los machos, mi conocido americano me aseguró, en base a su frecuente experiencia, que la carne era generalmente correosa y magra, como la de nuestros escolares por el continuo ejercicio, y su sabor desagradable; y cebarlos no justificaría el gasto. En cuanto a la mujeres, creo humildemente que constituiría una pérdida para el público, porque muy pronto serían fecundas; y además, no es improbable que alguna gente escrupulosa fuera capaz de censurar semejante práctica (aunque por cierto muy injustamente) como un poco lindante con la crueldad; lo cual, confieso, ha sido siempre para mí la objeción más firme contra cualquier proyecto, por bien intencionado que estuviera.

Pero a fin de justificar a mi amigo, él confesó que este expediente se lo metió en la cabeza el famoso Psalmanazar, un nativo de la isla de Formosa que llegó de allí a Londres hace más de veinte años, y que conversando con él le contó que en su país, cuando una persona joven era condenada a muerte, el verdugo vendía el cadáver a personas de calidad como un bocado de los mejores, y que en su época el cuerpo de una rolliza muchacha de quince años, que fue crucificada por un intento de envenenar al emperador, fue vendido al Primer Ministro del Estado de Su Majestad Imperial y a otros grandes mandarines de la corte, junto al patíbulo, por cuatrocientas coronas. Ni en efecto puedo negar que si el mismo uso se hiciera de varias jóvenes rollizas de esta ciudad, que sin tener cuatro peniques de fortuna no pueden andar si no es en coche, y aparecen en el teatro y las reuniones con exóticos atavíos que nunca pagarán, el reino no estaría peor.

Algunas personas de espíritu agorero están muy preocupadas por la gran cantidad de pobres que están viejos, enfermos o inválidos, y me han pedido que dedique mi talento a encontrar el medio de desembarazar a la nación de un estorbo tan gravoso. Pero este asunto no me aflige en absoluto, porque es muy sabido que esa gente se está muriendo y pudriendo cada día por el frío y el hambre, la inmundicia y los piojos, tan rápidamente como se puede razonablemente esperar. Y en cuanto a los trabajadores jóvenes, están en una situación igualmente prometedora; no pueden conseguir trabajo y desfallecen de hambre, hasta tal punto que si alguna vez son tomados para un trabajo común no tienen fuerza para cumplirlo; y entonces el país y ellos mismos son felizmente librados de los males futuros.

He divagado excesivamente, de manera que volveré al tema. Me parece que las ventajas de la proposición que he enunciado son obvias y muchas, así como de la mayor importancia.

En primer lugar, como ya he observado, disminuiría grandemente el número de papistas que nos invaden anualmente, que son los principales engendradores de la nación y nuestros enemigos más peligrosos; y que se quedan en el país con el propósito de entregar el reino al Pretendiente, esperando sacar ventaja de la ausencia de tantos buenos protestantes, quienes han preferido abandonar el país antes que quedarse en él pagando diezmos contra su conciencia a un cura episcopal.

Segundo, los más pobres arrendatarios poseerán algo de valor que la ley podrá hacer embargable y que les ayudará a pagar su renta al terrateniente, habiendo sido confiscados ya su ganado y cereales, y siendo el dinero algo desconocido para ellos.

Tercero, puesto que la manutención de cien mil niños, de dos años para arriba, no se puede calcular en menos de diez chelines anuales por cada uno, el tesoro nacional se verá incrementado en cincuenta mil libras por año, sin contar el provecho del nuevo plato introducido en las mesas de todos los caballeros de fortuna del reino que tengan algún refinamiento en el gusto. Y el dinero circulará sólo entre nosotros, ya que los bienes serán enteramente producidos y manufacturados por nosotros.

Cuarto, las reproductoras constantes, además de ganar ocho chelines anuales por la venta de sus niños, se quitarán de encima la obligación de mantenerlos después del primer año.

Quinto, este manjar atraerá una gran clientela a las tabernas, donde los venteros serán seguramente tan prudentes como para procurarse las mejores recetas para prepararlo a la perfección, y consecuentemente ver sus casas frecuentadas por todos los distinguidos caballeros, quienes se precian con justicia de su conocimiento del buen comer: y un diestro cocinero, que sepa cómo agradar a sus huéspedes, se las ingeniará para hacerlo tan caro como a ellos les plazca.

Sexto: esto constituirá un gran estímulo para el matrimonio, que todas las naciones sabias han alentado mediante recompensas o impuesto mediante leyes y penalidades. Aumentaría el cuidado y la ternura de las madres hacia sus hijos, al estar seguras de que los pobres niños tendrían una colocación de por vida, provista de algún modo por el público, y que les daría una ganancia anual en vez de gastos. Pronto veríamos una honesta emulación entre las mujeres casadas para mostrar cuál de ellas lleva al mercado al niño más gordo. Los hombres atenderían a sus esposas durante el embarazo tanto como atienden ahora a sus yeguas, sus vacas o sus puercas cuando están por parir; y no las amenazarían con golpearlas o patearlas (práctica tan frecuente) por temor a un aborto.

Muchas otras ventajas podrían enumerarse. Por ejemplo, la adición de algunos miles de reses a nuestra exportación de carne en barricas, la difusión de la carne de puerco y el progreso en el arte de hacer buen tocino, del que tanto carecemos ahora a causa de la gran destrucción de cerdos, demasiado frecuentes en nuestras mesas; que no pueden compararse en gusto o magnificencia con un niño de un año, gordo y bien desarrollado, que hará un papel considerable en el banquete de un Alcalde o en cualquier otro convite público. Pero, siendo adicto a la brevedad, omito esta y muchas otras ventajas.

Suponiendo que mil familias de esta ciudad serían compradoras habituales de carne de niño, además de otras que la comerían en celebraciones, especialmente casamientos y bautismos: calculo que en Dublín se colocarían anualmente cerca de veinte mil cuerpos, y en el resto del reino (donde probablemente se venderán algo más barato) las restantes ochenta mil.

No se me ocurre ningún reparo que pueda oponerse razonablemente contra esta proposición, a menos que se aduzca que la población del Reino se vería muy disminuida. Esto lo reconozco francamente, y fue de hecho mi principal motivo para ofrecerla al mundo. Deseo que el lector observe que he calculado mi remedio para este único y particular Reino de Irlanda, y no para cualquier otro que haya existido, exista o pueda existir sobre la tierra. Por consiguiente, que ningún hombre me hable de otros expedientes: de crear impuestos para nuestros desocupados a cinco chelines por libra; de no usar ropas ni mobiliario que no sean producidos por nosotros; de rechazar completamente los materiales e instrumentos que fomenten el lujo exótico; de curar el derroche de engreimiento, vanidad, holgazanería y juego en nuestras mujeres; de introducir una vena de parsimonia, prudencia y templanza; de aprender a amar a nuestro país, en lo cual nos diferenciamos hasta de los lapones y los habitantes de Tupinambú; de abandonar nuestras animosidades y facciones, de no actuar más como los judíos, que se mataban entre ellos mientras su ciudad era tomada; de cuidarnos un poco de no vender nuestro país y nuestra conciencia por nada; de enseñar a los terratenientes a tener aunque sea un punto de compasión de sus arrendatarios. De imponer, en fin, un espíritu de honestidad, industria y cuidado en nuestros comerciantes, quienes, si hoy tomáramos la decisión de no comprar otras mercancías que las nacionales, inmediatamente se unirían para trampearnos en el precio, la medida y la calidad, y a quienes por mucho que se insistiera no se les podría arrancar una sola oferta de comercio honrado.

Por consiguiente, repito, que ningún hombre me hable de esos y parecidos expedientes, hasta que no tenga por lo menos un atisbo de esperanza de que se hará alguna vez un intento sano y sincero de ponerlos en práctica. Pero en lo que a mí concierne, habiéndome fatigado durante muchos años ofreciendo ideas vanas, ociosas y visionarias, y al final completamente sin esperanza de éxito, di afortunadamente con este proyecto, que por ser totalmente novedoso tiene algo de sólido y real, trae además poco gasto y pocos problemas, está completamente a nuestro alcance, y no nos pone en peligro de desagradar a Inglaterra. Porque esta clase de mercancía no soportará la exportación, ya que la carne es de una consistencia demasiado tierna para admitir una permanencia prolongada en sal, aunque quizá yo podría mencionar un país que se alegraría de devorar toda nuestra nación aún sin ella.

Después de todo, no me siento tan violentamente ligado a mi propia opinión como para rechazar cualquier plan propuesto por hombres sabios que fuera hallado igualmente inocente, barato, cómodo y eficaz. Pero antes de que alguna cosa de ese tipo sea propuesta en contradicción con mi plan, deseo que el autor o los autores consideren seriamente dos puntos. Primero, tal como están las cosas, cómo se las arreglarán para encontrar ropas y alimentos para cien mil bocas y espaldas inútiles. Y segundo, ya que hay en este reino alrededor de un millón de criaturas de forma humana cuyos gastos de subsistencia reunidos las dejaría debiendo dos millones de libras esterlinas, añadiendo los que son mendigos profesionales al grueso de campesinos, cabañeros y peones, con sus esposas e hijos, que son mendigos de hecho: yo deseo que esos políticos que no gusten de mi propuesta y sean tan atrevidos como para intentar una contestación, pregunten primero a lo padres de esos mortales si hoy no creen que habría sido una gran felicidad para ellos haber sido vendidos como alimento al año de edad de la manera que yo recomiendo, y de ese modo haberse evitado un escenario perpetuo de infortunios como el que han atravesado desde entonces por la opresión de los terratenientes, la imposibilidad de pagar la renta sin dinero, la falta de sustento y de casa y vestido para protegerse de las inclemencias del tiempo, y la más inevitable expectativa de legar parecidas o mayores miserias a sus descendientes para siempre.

Declaro, con toda la sinceridad de mi corazón, que no tengo el menor interés personal en esforzarme por promover esta obra necesaria, y que no me impulsa otro motivo que el bien público de mi patria, desarrollando nuestro comercio, cuidando de los niños, aliviando al pobre y dando algún placer al rico. No tengo hijos por los que pueda proponerme obtener un solo penique; el más joven tiene nueve años, y mi mujer ya no es fecunda.

mira

mira

ESTA EN EL FONDO...
Estoy paseando por
las calles desiertas
de este lugar,
arrastrando mi pies.
Las persianas de
su ventana
están cerradas,
y sin querer
he llegado
hasta la fuente
donde primera vez
vi su reflejo,
aquello es la verdad q era,
lo que soy.
Todas las puertas
Están cerradas
y la fuente
esta quedando seca.
Mis vecinos
me niegan la vista,
y yo
yo no hago caso
yo la busco,
he perdido mi alma
en el fondo de la fuente,
y ahora no se quien soy.
...ENTRE EL FANGO.

LLORA

LLORA

Llora como la primera vez
que te conocí.

NADA

NADA

Ya sé el lugar que ocupo en tu vida,
un lugar tan pequeño para ti que ni
siquiera es necesariodesalojar
cuando molesto.

-X-

DUERME

DUERME

Veo llover...
moja mi alma...
la tempestad de tu
silencio en
mi almohada...

LEJOS DEL PERDÓN

LEJOS DEL PERDÓN

Lejos...
es la única palabra
que brota de mi boca
si me preguntas
que veo en tus ojos.
Olvidé hace tiempo
el sentir
del abrazo de tu mirada,
y sé que fué mi culpa,
seguí mi camino sin
darme cuenta
que te habías caído
en la alcantarilla
de la esquina,
haciendo oídos sordos
a tus gritos de socorro,
a tus lloros.
sé que fuí yo quien
perdió
y arrancó
las alas de tu corazón,
sé que te hice daño
tan hondo que no
podías llegar a parar
el torrente de lágrimas
que ahogó
los recuerdos
en el fondo.
Sé que tu me llamaste,
sé que no hice caso.
Y ahora cuando las
palabras suenan huecas
y mi voz rebota en tu cabeza,
vuelvo a pedir perdón,
perdón
por no escuchar
por no creer
por no esperar
perdón
por no tender mi mano
por dormir entre tus lágrimas
por seguir sin escuchar
perdón
por llegar tarde
perdón
por volver.

DESNUDOS

DESNUDOS

El hombre es el único animal cuya desnudez ofende a sus propios congéneres.

MICHEL DE MONTAIGNE.

NO ME IMPORTA

NO ME IMPORTA

No me importa
estrellarme en la pared
cuando abrazo
un espejismo,
no me importa
saborear la niebla
cuando beso un sueño,
no me importan
mis mentiras
al dormir en
un cenicero
lleno de las cenizas
de tus cartas.
No me importa jugar a las cartas
con la luna
en mi ventana,
no me importa
que tu abrazo
ahora sea de nadie,
no me importa
que tu corazón esté
roto y perdido
entre las sombras
de tu engaño,
no me importa
que me utilices
como muñeca de trapo.
No me importa haber perdido
el reloj de tu cabeza,
no me importa encontrar
mi corazón en la esquina
derecha del congelador
detrás de una cubitera.
No me importa
jugar contigo a la botella,
no me importa que me borres
el camino,
no me importa que me
cierres la puerta.
No me importa,
yo nunca duermo sola
en mi cenicero,
y tu ahora sólo
juegas con una muñeca
de trapo que no habla.

A VECES

A VECES

A veces
A veces tengo muchas ganas
de gritar llamar la atención
siguen mis sueños enlatados
sin poderse abrir, sin ganas de vivir.

A veces rezo en la tormenta
para poder sobrevivir.
y a veces creo que se me olvida
que algo crece dentro de mi
y creo que eso es lo que importa
para ser feliz.

Una oportunidad para meditar
a donde vas a llegar.

A veces necesito hechos
las palabras saben huir,
y a veces manchas en mi cama...
y a veces suerte en un cajón...
y a veces creo que tu historia
se parece a mi.

Una oportunidad para meditar
a donde vas a llegar.
Una oportunidad para meditar
a donde vas a llegar.
tu vas a llegar,
amigo,
persigue hay gente que sigue
déjate llevar,
las redes del azar,
las redes del azar.

GOSSOS DE VIAJE

OLVIDO TU DESTINO

OLVIDO TU DESTINO

Tan pesada tu mirada
insistente sobre mi.
No aguanto tus ojos
posados en mi,
no aguanto que pienses
en mi,
no quiero
que sueñes por mi.
Tus pasos lentos
arrastan tus huellas
que borra el viento
sin dejar recuerdo.
Tus palabras vacías
sólo las escucha
aquella farola de
la entrada.
Tus suspiros manchan
el aire q respiro.
Sólo borrar
las marcas
que dejaste con tus besos
en mi cuerpo,
sólo borrar el grabado
del alma,
para olvidar que
alguna vez
dormiste a mi lado.

DETRÁS...

DETRÁS...

Detrás de esta mirada congelada...
estoy perdida.

FANTASMAS

FANTASMAS

Cuando vuelva de este viaje y nos volvamos a encontrar
recuerda amigo mío, nunca nada será igual
y si algún día no te dije lo que pensaba de verdad
era por miedo a perderme en la triste realidad

Puedo mirar para otro lado, y no pensar nunca jamás
nada queda en la memoria, los recuerdos volarán
pero la espina está clavada, y el daño ha de quedar
pues por mucho que intentemos, perdonar no es olvidar

Si luchas por una idea, vas contra viento y marea
Y te prepararan la emboscada
Tienes que esquivar las balas que tiran a matar

Pero ahora da lo mismo, los fantasmas quieren marchar
abandonaron nuestro mundo para poder escapar
pues nadie que esté cuerdo, y los fantasmas sí lo están
puede vivir en este juego, que es la triste realidad

La partida ha terminado, no vale dar marcha atrás
ni siquiera los fantasmas me pudieron ayudar
he perdido y no he jugado, sólo pude imaginar
que las fichas eran sueños, y el tablero realidad

Si luchas por una idea, vas contra viento y marea
Y te prepararan la emboscada
Tienes que esquivar las balas que tiran a matar

Solo quedan los más necios que se niegan a pensar
Solo quedan los fantasmas de ésta triste realidad
Si luchas por una idea, vas contra viento y marea
Y te prepararan la emboscada
Tienes que esquivar las balas que tiran a matar

KALANDRAKAS

(Álvaro)

(Me perdonen por poner esa foto...)

ES MEJOR...

ES MEJOR...

"Mejor es morir bien que vivir mal; mejor es no ser que ser infelizmente".
San Isidoro, en los Sinónimos, lib. I, cap. XVIII.

EL TESORO DEL PIRATA

EL TESORO DEL PIRATA

Una noche del mes de Abril del año de gracia de 1592, desembarcó en las playas de Campeche un grupo de personajes misteriosos. La maniobra ocurría en la zona de los manglares, que ahora se hallan a un paso de la ciudad, pero que, en aquel entonces, estaban a considerable distancia del pequeño puerto y se perdían en la espesura tropical característica de la región.

La del desembarco era tierra de nadie, y la selva que allí crecía propicia para disimular diligencias de forajidos. De más está anotar que el silencio reinaba en el lugar y que, a excepción de las figuras que se agitaban en la playa, ningún otro ser humano podía localizarse a esas horas en las cercanías, ya que aquellos andurriales permanecían desiertos incluso de día. El grupo llegado del mar en la negrura de la noche lo componían cuatro sujetos; y, quien hubiera sido testigo de lo que acontecía, habría observado que dos de los personajes, por su atuendo y sus gestos, no eran sino filibusteros, y los dos restantes, prisioneros que los bandidos habían adquirido en alguno de sus abordajes oceánicos.

Habiendo amarrado el bote en que desembarcaron, los cautivos, en acatamiento a las órdenes de los piratas que, sable en mano, dictaban peretorias disciplinas, pusiéronse en marcha hacia el interior cargando sobre sus hombros dos enormes cofres que, a juzgar por el lento paso de los porteadores, habían sido llenados a toda su capacidad de peso de varias decenas de kilos. La caravana se internó en la jungla y a poco arribó a las faldas del cerro en donde posteriormente fue construído el castillo de San José el Alto, subió por una vereda y desviándose en la cima se dirigió a un emplazamiento en que, traspuesto en seto de arbustos, apareció la boca de una caverna. Los piratas, que, por la seguridad con que se movían en medio de la obscuridad en esos parajes, indudablemente estaban familiarizados con la geografía del sector, mandaron a los cargadores penetrar en la gruta; y, caminando durante varios minutos por los pasillos de la misma y alcanzando un punto alejado de la entrada, ordenaron detener la marcha y depositar la carga en tierra.

El lector habrá comprendido ya que los cofres contenían oro y joyas en gruesas cantidades, producto de las depredaciones de los asaltantes, y que, siguiendo una tradición practicada en la hermandad, los ladrones del cuento habían llevado al sitio mencionado su botín para enterrarlo allí y agregarlo al caudal que periódicamente habían ido depositando en el refugio. Con los picos y palas que transportaron, los prisioneros, cumpliendo las indicaciones de sus captores, se dedicaron a cavar apresuradamente en el piso; y al cabo de una hora habían abierto ya una oquedad suficientemente amplia para recibir el precioso cargamento.

Mientras los cavadores transpiraban copiosamente después de terminada su ruda tarea, el que se conducía como jefe, examinando la hondonada abierta, exclamó satisfecho: -Habéis hecho un buen trabajo por lo cual os felicito. Estoy contento de vosotros y, para demostraros mi reconocimiento, os permitiré que descanséis para ahuyentar todas las fatigas que os hemos obligado a pasar.

Y, esto diciendo, lanzó una sonora carcajada que retumbó diabólicamente en la cueva. Los desgraciados presos se dieron cuenta de la sorna con que hablaba el desalmado solamente cuando vieron que se apoderaba de las pistolas que llevaba en bandolera sobre el pecho, y un rayo de luz iluminó sus embotadas conciencias: ¡estaban condenados a muerte!

Luego de asesinar a sangre fría a sus víctimas, los truhanes arrojaron los cadáveres al foso preparado para el tesoro, bajaron los cofres colocándolos sobre los cuerpos sin vida y procedieron a ocultar los vestigios de su fechoría rellenando adecuadamente, con la tierra extraída, el marco de los acontecimientos.

Regularmente, en el transcurso de tres años, se repitieron escenas semejantes a la descrita; de manera que la caverna de la historia se almacenaba ya, en el subsuelo, una fortuna respetable, de cuya existencia únicamente los dos piratas del presente relato poseían el secreto. Y en el año de 1595, hacía el mes de Diciembre, encontramos nuevamente a los dos pillos, en el camarote del jefe, poco después de haber obtenido un cuantioso botín arrebatado a una nao mercante que, pertrechaba con una fuerte dotación de oro en barras, se dirigía de Veracruz a España y ahora yacía en el fondo del Golfo.

Decía el cabecilla: -óye bien, dinamarqués: Como tú me has sido fiel en las buenas y en las malas, aunque sea yo un villano tengo también corazón, y quiero confiarte que éste será nuestro último viaje a Campeche. Has de saber que mañana, después de desembarcar y ejecutar lo acostumbrado, no volveremos a la nave. Proyecto establecerme en ese puerto como un honrado burgués, por lo cual tengo con qué. Y, por supuesto, tu, que has sido mi compañero leal, compartirás mi hacienda, pues no soy ingrato, para que te instales donde te plazca.

A lo que el dinamarqués respondió: -De acuerdo, capitán, y no puedo menos que agradeceros vuestra generosidad y alabar vuestra decisión. Estoy presto a obedeceros como siempre. Pero ¿no creéis que la tripulación entrará en sospechas cuando no nos vea regresar?
-¡Ca! ¡Descuida! Nuestros amigos tienen cuenta con la justicia, igual que nosotros, aunque hasta hoy no hayamos sido identificados; y si no nos ven volver, pensarán que las autoridades nos descubrieron; y, para evitarse dificultades, zarparán olvidándose de nosotros.

El danés conociendo la mentalidad bucanera, entendió que su jefe decía la verdad, y respondió: -Tenéis razón, capitán. Nuestros hombres no querrán sacrificarse por vos, pues por algo son piratas, a pesar de que siempre habéis tratado equitativamente en todo. Y no dudo que, convencidos de que caímos en manos del verdugo, no desaprovecharán la oportunidad para adueñarse de vuestro velero creyendo que son muy listos.
-¡Adelante, pues! –dijo el jefe-. ¡Y no se hable más del asunto.

Al día siguiente, los bandidos desembarcaron en el sitio habitual y ordenaron a sus prisioneros marchar al escondite del tesoro. Ya en la gruta, abierta la cavidad para depositar el botín, el capitán sacó las pistolas para despachar a los infortunados porteadores; pero, al pretender disparar, las armas no funcionaron. Reaccionando, los prisioneros, quisieron escapar, pero fueron bloqueados en su intento de fuga por el danés que, de certeros mandobles, envió a los indefensos al otro
mundo.
-¡Bien hecho, dinamarqués! –gritó el capitán-. Y ahora procedamos a sepultar a éstos y repartirnos el tesoro para avecindarnos en Campeche.
-¡Un momento, capitán! ¡Vos no iréis a ninguna parte! –dijo el danés-. ¡Tiempo ha que esperaba una ocasión como ésta, y ahora que se presenta no voy a desperdiciarla!.
-¿Qué quieres decir, insensato?-, rugió el jefe.
-Quiere decir, capitán –repuso resueltamente el danés-, que si creéis en Dios o en el diablo rezad vuestras oraciones a cualquiera que os convenga, pues ya sois hombre muerto.

Y vació sus pistolas sobre el sorprendido filibustero, que rodó exánime a los pies del facineroso.

Varios años después, un personaje de rostro curtido por el sol, que había llegado al puerto en calidad de gran señor, contrajo matrimonio con una hermosa y aristocrática dama. Y, aunque por lo bajo se comentaba que el personaje tenía modales de rústico, que salpicaba su conversación con juramentos de mozo de cubierta y que, además de insolente, acusaba feroz aspecto, su riqueza garantizaba su elevada alcurnia. Y los desposados fueron el tronco de una de las más linajudas y renombradas familias que hubo en Campeche durante el período colonial.



Fuente: Libro LEYENDAS APOCRIFAS
Folklore Campechano
Autor: Guillermo González Galera
Editado por el Depto. de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma del Sudeste
Septiembre de 1977

QUE MALO ES EL CALOR PA' LAS NEURONAS...

QUE MALO ES EL CALOR PA' LAS NEURONAS...

Fany: eres un tampón!

(y mi cara es la qde esa foto...)