TE HE CAMBIADO POR UN SOPLO.

Era tan imposible
sentir el odio que
los nervios de mis venas
pedían,
que crisparon la
piel de mis manos
que casi estallaron
en mil caricias
olvidadas por ti
en mi nuca
y guardadas por por los
nudos de mi pelo.
Caricias que yo
regalé al viento
a cambio
de olvidar
tus besos,
tu mirada,
el roce de tu piel,
el escalofrío al sentir
tu pelo sobre mi espalda,
olvidar todo tu ser
junto a mi.
He cambiado todas
las caricias
y todo el sentimiento
por todo tu olvido,
que dejo en el viento.